Grasa en la panza, muchos de nosotros la tenemos, otros no, pero ¿Hay algo especial o diferente en una barrigota, en comparación con un trasero grande? Bueno, sorprendentemente, ¡no toda la grasa corporal es igual!
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad MacMaster, Hamilton, Ontario, dice que medir el riesgo de un ataque cardíaco depende de dónde está ubicada la grasa en el cuerpo, en lugar de cuánta tiene.
Bueno, éste hallazgo no es exclusivo de MacMasters, pues El Dr. David Heber, Ph.D., del Centro de Nutrición Humana de la UCLA, también a emitido un informe, en el que dice que la distribución de la grasa corporal, es un predictor más importante del riesgo de ataque cardíaco, que la medida que se usa normalmente, como el Índice de Masa Corporal (IMC), siendo ésta una medida basada en la proporción entre altura y peso del paciente.
Según ellos, un predictor más preciso del impacto que la grasa corporal tiene en su salud es la forma general del cuerpo, asi que, uno puede ser como una manzana o una pera, o tener la parte superior e inferior de la misma forma, pareja, tener muslos grandes, caderas gordas y un trasero enorme, pero hay menos riesgo de ataque cardíaco que alguien con piernas delgadas y una barriga grande.
Al parecer, un predictor más preciso y revelador del riesgo de ataque cardíaco es la relación cintura-cadera.
¿Cual es su relación cintura-cadera?
Hay que dividir la medida de lu cintura por la medida de tu cadera, por ejemplo:
Si la medida de sus caderas es de 40 pulgadas y su cintura es de 34 pulgadas, su relación cadera-cintura es de 0,85. Si eres hombre, genial, si eres mujer, también está bien (pero estás justo en el límite, mas bien empieza a bajar que es más bueno aún)
– La proporción de un hombre no debe ser superior a 0,90
– La proporción de una mujer no debe ser superior a 0,85
No luches contra la naturaleza
Si naciste manzana seguirás siendo manzana y si naciste pera seguirás siendola. Recuerda, aceptar la forma natural de tu cuerpo es el primer paso para perder peso.
En un estudio dirigido por la psicóloga Dorothy Hefferman, Ph.D., de Glasgow, Escocia, los investigadores concluyeron que las mujeres cuya forma real del cuerpo difiere de la deseada, puede hacer sentir frustración al perder peso y, como resultado, tener más problemas para seguir un programa de pérdida de peso o ejercicios. Por eso es importante manejar bien nuestra psicología y mantenerse enfocado en una rutina.
Si esto se parece a su situación, aceptese como es, la naturaleza la diseñó, pero preste atención a reducir la grasa alrededor de las áreas media y abdominal. No se frustre, su salud es mucho más importante la apariencia en relación con tu busto y glúteos, Siga una metodología y conseguirá lo que quiere, pero cuidando su bienestar.