Si estás experimentando una meseta o estancamiento en tus esfuerzos por perder peso con la dieta Atkins, no estás sola o solo. Esto ocurre de vez en cuando. Sin embargo, primero debes asegurarte de que realmente has alcanzado un punto de meseta.
Una meseta o estancamiento significa que has pasado un período de tiempo prolongado sin perder peso o pulgadas. Es importante tomar tus medidas antes de comenzar tu plan de pérdida de peso, además de tu peso. En algunas semanas, puede parecer que no estás perdiendo nada en la báscula, pero un vistazo rápido a tus medidas demostrará lo contrario.
Posibles Causas y Soluciones
En la dieta Atkins, estás reemplazando grasa por músculo, que es más denso y pesado. Podrías ganar un poco de peso porque estás construyendo músculo para reemplazar tu grasa. El resultado será un aumento en la báscula, pero una disminución en tus pulgadas. Tu cuerpo será más pequeño y delgado, pero puedes pesar lo mismo.
Antes de comenzar tu programa, mide tu pecho, cintura, caderas, brazos superiores, muslos y pantorrillas. Nunca sabes dónde puedes estar perdiendo pulgadas, por lo que es importante tener estas medidas completas para referirte. Es normal pasar por períodos en los que tu cuerpo se está reajustando.
Pueden ocurrir períodos de 3 a 4 semanas donde tengas una meseta en la pérdida de peso, pero una pérdida de pulgadas. O viceversa. Utilizar ambos métodos para realizar un seguimiento de tu pérdida de grasa es la mejor garantía para una medida precisa de tu progreso.
Métodos para salir del estancamiento o meseta
Si has pasado cuatro semanas sin cambios en el peso o las medidas y estás lejos de tu peso objetivo, puedes intentar algunos métodos diferentes para salir del estancamiento. Primero, asegúrate de que tu nivel de carbohidratos esté bajo control. Si estás consumiendo demasiados gramos de carbohidratos por día, tu pérdida de peso se estancará.
Revisa tu ingesta diaria de agua. Cuando estás deshidratado, tu cuerpo retendrá agua y eso puede imitar una meseta. El agua también ayudará a eliminar las cetonas de tu sistema y hacer espacio para nuevas cetonas quemadoras de grasa.
Aumentar tu nivel de ejercicio también puede ayudarte a superar una meseta. A medida que tus músculos se acostumbran a trabajar a un cierto nivel, deberás aumentar la duración o la intensidad para seguir desafiando tu cuerpo.