El ejercicio regular es fundamental para prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2 y los problemas cardíacos. No solo ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre y el riesgo cardiovascular, sino que también mejora el bienestar general.
Uno de los métodos más simples y efectivos para reducir los niveles de glucosa en la sangre, disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud y el bienestar general es el ejercicio y el buen estado físico. Sin embargo, en nuestro mundo cada vez más sedentario, mantenerse activo y en forma puede ser un desafío.
Combatir la Inactividad
La inactividad se considera una de las principales razones del aumento de la diabetes tipo 2 en Estados Unidos, ya que la inactividad y la obesidad promueven la resistencia a la insulina y otros factores que desencadenan otro tipo de enfermedades. La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para comenzar a moverse, y el ejercicio es una de las formas más fáciles de controlar el inicio de cualquier tipo de enfermedad.
¿Cómo Comenzar?
Lo primero que debes hacer antes de cualquier plan de ejercicio, especialmente si eres un «auténtico amante del sofá», es consultar a tu doctor. Si tienes factores cardíacos, tu médico puede querer realizar una prueba de esfuerzo para establecer un nivel seguro de ejercicio para ti.
Ciertas complicaciones de algunas enfermedades también dictarán qué tipo de programa de ejercicios puedes realizar. Si tienes condiciones que hacen que el ejercicio sea un desafío, tu doctor puede remitirte a un fisiólogo del ejercicio que pueda diseñar un programa de acondicionamiento físico para tus necesidades específicas.
Mantente en Movimiento
El ejercicio y el buen estado físico no tienen que ser una actividad rígida y no deben ser abrumadores. Tu rutina de ejercicio puede ser tan simple como un paseo nocturno por el vecindario, caminar con tu perro o simplemente tomar las escaleras en lugar del elevador. Lo importante es que te mantengas en movimiento. Cada pequeño esfuerzo realmente ayuda mucho.
Al final, te darás cuenta de que los muchos beneficios que una buena alimentación puede brindarte son los mismos que el ejercicio y el buen estado físico pueden hacer por ti.
